El destino quiso que me cruzara con esta novela. Es lo que más me gusta de hacer colaboraciones: descubrir autores que de otra forma quizás no conocería. Y es aquí en donde le doy infinitas gracias a Tinta Drágon (@tinta.dragón) por confiar en mí al enviarme este hermoso libro.
De Tierra removida podría decir tantas cosas. Para empezar, en realidad, no diría nada, sino que compartiría un profundo y largo silencio, porque esa es la necesidad que persistió en mí durante la lectura: sólo respirar profundamente y sentir cada palabra, hacerme la idea de cada imagen casi como si estuviera ahí, observando y siendo parte de ellas. Me produjo una muy singular necesidad de aislarme del mundo y dejar que las palabras dibujen todo en mi mente: los lugares, los personajes, la historia. Todo está descripto con una sencillez y a la vez una profundidad incomparables.
Por qué te recomiendo leer Tierra removida
En esta novela vamos a leer en dos tiempos (presente y pasado) la historia de Chelito. Una historia costumbrista, una historia que se te mete dentro por lo familiar, porque nada de lo que leés en la novela te va a parecer ajeno o ficticio. Todo se desarrolla con tal naturalidad que, aunque parezca contradictorio, genera inquietud en el lector, una inquietud que te obliga a seguir leyendo para descubrir la trama. Tranquilamente todo esto podría ser autobiográfico porque ninguna imagen, situación o actitud dan la impresión de ser imaginarias. Y cuando un autor te hace dudar de si la ficción es ficción o realidad, bueno, ahí tenés arte.
La lectura se te va a hacer totalmente adictiva. Los capítulos cortos colaboran en esto. Y el hecho de que no esté anunciado en los capítulos cuál va a ser el tiempo histórico que estés leyendo, también promueve esa necesidad de concentrarse y avanzar y no querer perderse de nada, generanda una tensión muy peculiar. Pero lo que más me llama la atención es la economía de las palabras. Nada le falta y nada está de más. Tiene el equilibrio exacto necesario para transmitir la historia, para pintar los lugares y generar las sensaciones que el autor desea en la mente del lector. Cada capítulo abre un poquito más la ventana de esta historia, pero sin mostrarte demasiado sino solo lo necesario para que necesites seguir leyendo.
No todos los días (sino más bien muy pocas veces) te encontrás con una pluma de estas características.
Los temas que aborda
- La vida rural.
- Los vínculos familiares.
- Los secretos familiares.
- El duelo.
- La resiliencia emocional.
Y por si aún no te terminé de convencer, una reflexión final
La familia (ya sea de sangre o elegida, pero familia al fin) nos vincula, nos da identidad, nos permite entender que somos parte de algo más grande que nosotros mismos. Y el hogar es allí en donde estemos y con quienes elijamos compartirlo y de quienes elijamos aprender. Creo que estos son puntos clave en la novela y le dan un marco firme y trascendente.
Es una obra atmosférica, que te invita a leerla de un tirón para no correr el riesgo de interrumpir ese clima de secretos familiares, de campo vivo que acompaña a los personajes y guarda también sus secretos, de vida vista en retrospectiva. Al llegar al final quizás te pase como a mí, que me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración. Que hubiera querido (o necesitado) más explicaciones, eso seguro (y ahí sale esa veta de la curiosidad por lo ajeno, ese “espíritu chusma” que a veces, al alimentarlo, nos permite eludir un poco nuestros propios secretos. Pero al terminar la lectura y tomarte un momento para reflexionar acerca de la novela, inevitablemente vas a pensar “dijo todo lo que era necesario, ni una palabra de más, ni una palabra de menos”.
Ficha técnica
- Título: Tierra removida
- Autor: Marcos Fontela
- Sello editor: Lengua Suelta
- Fecha de publicación: marzo 2025
- ISBN: 978-631-90519-8-8
- Género: Novela costumbrista
- Número de páginas: 136
- Edad recomendada: Jóvenes y adultos
- Cantidad de libros: primero de dos (el segundo es «Patear el hormiguero»)
Una aclaración importante: las imágenes compartidas en este artículo fueron buscadas con mucho esmero en sitios que proveen imágenes libres de derecho. Tenía muchas ganas de compartir con mis lectores los lugares que se crearon en mi mente al leer este libro y Pixabay supo exactamente lo que estaba buscando.
